Brandsen: crean energía y fertilizante con desechos de gallina y asombran al país

BRANDSEN, 13 DE MAYO DE 2025 (Novedades BA).- En el corazón de la provincia de Buenos Aires, lo que parecía un residuo sin utilidad hoy se transforma en un insumo clave para el agro y una fuente de energía renovable. En Brandsen, una planta de biogás instalada cerca de una reconocida empresa avícola local está protagonizando una revolución verde: transformar estiércol de gallina en energía y fertilizante.

Pero no es solo una historia de reciclaje: es el comienzo de una nueva era para el campo argentino, donde ciencia, sustentabilidad y producción se fusionan.

🔬 De los residuos al recurso: el rol del INTA en la transformación

El proyecto tiene como protagonista al equipo del Laboratorio de Transformación de Residuos del INTA, que desde hace dos años estudia cómo convertir el material residual que deja la producción avícola en algo útil para los suelos.

“El proceso es riguroso. Queríamos asegurarnos de que el subproducto del biogás tenga valor agronómico real y no genere impactos negativos”, explicó la investigadora Patricia Bres. A partir de múltiples estudios de suelo y ensayos en campo, se logró establecer un protocolo de uso para este biofertilizante líquido que ya comenzó a aplicarse en lotes de la zona.

🧪 Ensayos en campo: cómo funciona el fertilizante ecológico

En las parcelas donde se realizan las pruebas, se estudian en simultáneo la respuesta de los cultivos, la evolución del suelo y el comportamiento de los nutrientes.

El fertilizante se aplica mediante pivotes, acoplados regadores o sistemas adaptados al terreno rural. Los primeros resultados muestran mejoras en la estructura del suelo, retención de humedad y aporte de nitrógeno.

“Estamos logrando cerrar un ciclo perfecto: del alimento al ave, del ave al biogás, del biogás al suelo, y del suelo otra vez a los alimentos”, remarcan desde el equipo técnico.

⚡ Energía limpia: el biogás como combustible rural

Además del fertilizante, el otro producto estrella es el biogás, que se utiliza para generar energía eléctrica. Esto permite que la planta reduzca su consumo energético externo y hasta proyecta en el futuro inyectar excedentes a la red.

El proceso consiste en la digestión anaeróbica del estiércol, donde microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, liberando un gas rico en metano que luego se aprovecha como fuente energética.

🌍 Un modelo replicable para otras regiones del país

Lo más prometedor de este proyecto es su potencial escalabilidad. En zonas del país con alta concentración ganadera o avícola, esta tecnología podría replicarse con mínimas adaptaciones.

“Es una oportunidad concreta para que el campo argentino avance hacia una producción más sostenible, eficiente y rentable”, sostienen desde el INTA.

💬 Más que un proyecto: una señal del futuro agropecuario

Brandsen se convirtió, sin proponérselo, en un ejemplo de cómo los residuos pueden dejar de ser un problema para convertirse en parte de la solución. La articulación entre el sector privado, la ciencia y el territorio marca una hoja de ruta clara para los próximos desafíos del agro.

La pregunta ahora no es si este modelo funcionará. La pregunta es cuánto tiempo tardarán otros en seguir el ejemplo. (Novedades BA)